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¿Cómo se trata la atrofia vulvar?

Ginecóloga durante la cita del paciente

La salud íntima femenina es una parte integral del bienestar general, y comprender los cambios que pueden ocurrir a lo largo de la vida es fundamental para un cuidado adecuado.

A menudo, las mujeres experimentan cambios en la región vulvovaginal, especialmente durante la menopausia o después del parto. Estos cambios pueden generar incomodidad e incluso afectar la calidad de vida. En este artículo te explicamos qué es la atrofia vulvar, cuáles son sus causas, síntomas y las opciones de tratamiento disponibles.

Nuestro objetivo es proporcionarte información clara para que puedas tomar decisiones informadas sobre tu salud íntima. Es importante saber que la atrofia vulvar es tratable y que buscar apoyo médico puede marcar la diferencia para recuperar tu bienestar.

¿Qué es la atrofia vulvar?

La atrofia vulvar, también conocida como vaginitis atrófica, se caracteriza por el adelgazamiento y la sequedad de los tejidos vulvares y vaginales. Es una condición frecuente especialmente durante la menopausia, que puede causar molestias significativas. 

Desde hace años entra a formar parte del denominado SGUM (Síndrome GenitoUrinario de la Menopausia). Esta denominación surge del hecho que el hipoestrogenismo de la menopausia genera síntomas vulvovaginales, así como urinarios.

El principal desencadenante es la disminución de los niveles de estrógeno, una hormona esencial para la salud vaginal. Este descenso se asocia a la aparición de atrofia genital femenina. Esta disminución puede presentarse durante la menopausia, el posparto, la lactancia, o como consecuencia de tratamientos médicos como la quimioterapia o la radioterapia.

¿Cuáles son las causas de la atrofia vulvar?

La reducción de los niveles de estrógeno es la principal causa, ya que afecta directamente la hidratación, elasticidad y grosor de los tejidos vaginales. Además de la disminución de estrógeno, otros factores pueden contribuir a agravar la situación:

  • Falta de actividad sexual.
  • Tabaquismo.
  • Ciertos medicamentos.

¿Cuáles son los síntomas de la atrofia vulvar?

Algunos de los síntomas comunes incluyen:

  • Sequedad vaginal.
  • Picazón o ardor.
  • Dolor durante las relaciones sexuales.
  • Sangrado vaginal leve posterior al coito.
  • Mayor predisposición a infecciones vaginales o urinarias.
  • Cambios en el aspecto de la vulva, como la disminución del tamaño de los labios mayores.

Si presentas alguno de estos síntomas, consulta a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento. Una evaluación médica oportuna facilita el manejo de la condición.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico se realiza mediante un examen médico que incluye:

  • Evaluación de los síntomas e historial clínico.
  • Examen pélvico para observar el estado de los tejidos vaginales y vulvares.
  • Pruebas de pH vaginal, si se considera necesario.

Es importante evitar el autodiagnóstico, ya que otras afecciones pueden presentar síntomas similares.

Mujer joven que usa la aplicación en el teléfono móvil mientras elige un producto en una farmacia

¿Cómo se trata la atrofia vulvar?

El tratamiento de la atrofia vulvar se enfoca en aliviar los síntomas y mejorar la salud de los tejidos vaginales. La elección del tratamiento se individualiza según las necesidades de cada paciente y la severidad de sus síntomas. A continuación, se describen las opciones terapéuticas más comunes:

  1. Terapia con estrógenos locales:
    • Cremas y Tabletas Vaginales: estas formulaciones contienen dosis bajas de estrógeno, que se aplican directamente en la vagina. El estrógeno local ayuda a restaurar el grosor y la elasticidad de los tejidos vaginales, aliviando la sequedad, el picor y el dolor.
      • Las cremas vaginales suelen aplicarse diariamente durante un periodo inicial, seguido de una aplicación menos frecuente para mantenimiento. 
      • Las tabletas vaginales se insertan en la vagina con un aplicador, generalmente una o dos veces por semana.
        Los efectos secundarios de la terapia con estrógenos vaginales son generalmente leves e incluyen irritación vaginal, sensibilidad en los senos y dolor de cabeza.
    • Anillos vaginales: liberan pequeñas dosis de estrógeno durante semanas.
  2. Estrógenos Sistémicos: se administran en forma de parches, pastillas o geles cuando también se presentan otros síntomas de la menopausia. 
  3. Humectantes Vaginales: son productos sin receta que se aplican en la vagina para ayudar a mantener la hidratación vaginal. A diferencia de los lubricantes, que se utilizan durante las relaciones sexuales, los humectantes se aplican regularmente, incluso diariamente, para mantener la hidratación vaginal. No contienen hormonas y son una buena opción para mujeres que no pueden o no desean utilizar terapia con estrógenos.
  4. Lubricantes: los lubricantes a base de agua o silicona se utilizan para reducir la fricción y el dolor durante las relaciones sexuales. Proporcionan alivio inmediato de la sequedad vaginal, pero no tratan la causa subyacente de la atrofia. Es importante elegir lubricantes a base de agua o silicona, ya que los lubricantes a base de aceite pueden dañar los preservativos y aumentar el riesgo de infecciones.
  5. Técnicas regenerativas: tanto el láser (diodo, erbio o CO2) como la radiofrecuencia han mostrado utilidad para rejuvenecer los tejidos de vulva y vagina, a través del calentamiento de dichos tejidos que generan una nueva formación de colágeno.

El médico determinará la mejor opción para ti en función de tus necesidades y preferencias.

Una mujer come una ensalada saludable de verduras verdes

Consejos de autocuidado para la atrofia vulvar

Además del tratamiento médico, existen algunas prácticas de autocuidado que pueden ayudarte a manejar los síntomas de la atrofia vulvar y mejorar tu bienestar general. Estas prácticas se centran en mantener una buena higiene íntima y promover la salud vaginal:

  • Higiene íntima: utiliza jabones suaves y sin perfume, específicamente diseñados para la zona íntima. Evita las duchas vaginales, ya que pueden alterar el equilibrio natural de la vagina y empeorar la sequedad.
  • Hidratación: beber suficiente agua a lo largo del día contribuye a la hidratación general del cuerpo, lo que puede tener un impacto positivo en la salud vaginal.
  • Ropa Interior: opta por ropa interior de algodón transpirable, que permite una mejor circulación del aire y reduce la humedad en la zona íntima. Evita la ropa interior ajustada o de materiales sintéticos.
  • Alimentación: una dieta equilibrada y rica en nutrientes es fundamental para la salud en general, incluyendo la salud vaginal.
  • Mantener relaciones sexuales periódicas: lo que mejor mantiene las condiciones de salud de la zona vulvovaginal son las relaciones sexuales.

El impacto emocional de la atrofia vulvar

La atrofia vulvar, una condición común en mujeres tras la menopausia o en otras etapas específicas de la vida, no solo afecta físicamente, sino que también puede influir significativamente en el bienestar emocional. La sequedad vaginal, el dolor y la incomodidad pueden impactar en la intimidad y la sexualidad, generando sentimientos de frustración, ansiedad e incluso afectando la autoestima.

Es importante saber que estas emociones son completamente válidas y que no estás sola. Hablar abiertamente con tu pareja sobre cómo te sientes puede fortalecer la comunicación y crear un espacio de comprensión mutua. Además, buscar apoyo emocional, ya sea en un terapeuta especializado o en un grupo de apoyo, puede ser una herramienta útil para afrontar estos desafíos.

Recuerda que cuidar tu salud mental es tan importante como cuidar tu salud física. Si los sentimientos de malestar emocional persisten o afectan tu calidad de vida, no dudes en buscar ayuda profesional.

Cuida tu salud con HM Hospitales

Si estás buscando información sobre la atrofia vulvar, es posible que estés experimentando síntomas que te generan preocupación. En HM Hospitales, contamos con ginecólogos especializados en salud femenina, listos para ofrecerte un diagnóstico adecuado y guiarte en las opciones de tratamiento más efectivas para tu caso.

Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.

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