El hipotiroidismo, una condición en la que la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas, puede pasar desapercibido debido a la similitud de sus síntomas con otras afecciones.
En este artículo te explicamos cómo identificar los signos más comunes, el proceso de diagnóstico y la importancia de recibir tratamiento adecuado.
¿Qué es el hipotiroidismo?
El hipotiroidismo es una condición médica en la cual la glándula tiroides no produce suficiente cantidad de hormonas tiroideas, la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3). Estas hormonas regulan funciones esenciales, desde el nivel de energía hasta el bienestar emocional. Cuando los niveles de estas hormonas se reducen, muchas funciones del cuerpo se ralentizan.
Las hormonas tiroideas influyen en casi todos los órganos y sistemas del cuerpo. Por lo tanto, el hipotiroidismo puede manifestarse con una amplia gama de síntomas, afectando desde el estado de ánimo y los niveles de energía hasta la salud del corazón y la función reproductiva. A continuación, te presentamos los síntomas principales del hipotiroidismo:
- Metabolismo lento: disminución de la tasa metabólica, lo que puede llevar al aumento de peso, la fatiga y la dificultad para perder peso.
- Problemas cardiovasculares: aumento del colesterol LDL o también conocido como colesterol “malo”, lo que incrementa el riesgo de enfermedades cardíacas.
- Problemas digestivos: estreñimiento debido a la ralentización del tracto digestivo.
- Piel seca y cabello quebradizo.
- Cambios en el estado de ánimo: depresión, ansiedad e irritabilidad.
- Problemas de fertilidad: dificultad para concebir y mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo.
- Problemas en el desarrollo fetal: en mujeres embarazadas, el hipotiroidismo no tratado puede afectar el desarrollo cerebral del feto.
- Disminución de la función cognitiva: problemas de memoria, concentración y pensamiento lento.
¿Cómo se detecta el hipotiroidismo?
Diagnosticar el hipotiroidismo requiere un enfoque médico que combine la evaluación de los síntomas con las pruebas específicas de laboratorio. Un diagnóstico preciso es fundamental para iniciar el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida del paciente. El proceso de diagnóstico del hipotiroidismo generalmente incluye los siguientes pasos:
- Historia clínica y evaluación de síntomas: el médico comenzará por recopilar la historia clínica de forma detallada, incluyendo los síntomas que experimentas, su duración e intensidad, así como los antecedentes familiares de enfermedades tiroideas.
- Pruebas de laboratorio: la prueba de sangre necesaria para el diagnóstico de hipotiroidismo es la determinación de la hormona estimulante de tiroides (TSH) junto con la hormona T4 libre (forma activa de la hormona tiroidea). En algunos casos se puede incluir la determinación de T3 libre. También es interesante solicitar autoinmunidad tiroidea para una mejor filiación del hipotiroidismo.

Tipos de hipotiroidismo
El hipotiroidismo se puede clasificar en diferentes tipos según su causa:
- Hipotiroidismo primario: es el tipo más común y ocurre cuando la glándula tiroides en sí misma no funciona correctamente. La causa más frecuente de hipotiroidismo primario es la tiroiditis de Hashimoto, una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario ataca la tiroides. Otras causas incluyen la extirpación quirúrgica de la tiroides, el tratamiento con yodo radiactivo y algunos medicamentos.
- Hipotiroidismo secundario: ocurre cuando la glándula pituitaria, que controla la tiroides, no produce suficiente hormona estimulante de la tiroides (TSH). La TSH estimula la tiroides para que produzca hormonas tiroideas.
- Hipotiroidismo terciario: es menos frecuente y ocurre cuando el hipotálamo, una parte del cerebro que controla la pituitaria, no produce suficiente hormona liberadora de tirotropina (TRH). La TRH estimula la pituitaria para que produzca TSH.
- Hipotiroidismo congénito: está presente al nacer y ocurre cuando la glándula tiroides del bebé no se desarrolla adecuadamente o no funciona correctamente.

Tratamiento y manejo del hipotiroidismo
El hipotiroidismo es una condición tratable que generalmente requiere terapia de por vida para reemplazar las hormonas tiroideas que el cuerpo no produce en cantidad suficiente. Además del tratamiento médico, los cambios en el estilo de vida también juegan un papel importante en el manejo de la condición y el bienestar general del paciente.
El tratamiento estándar para el hipotiroidismo es la terapia de reemplazo hormonal con levotiroxina, una versión sintética de la hormona tiroidea T4. La levotiroxina se administra por vía oral, generalmente en una sola dosis diaria. Su función es restaurar los niveles normales de hormonas tiroideas en el cuerpo, aliviando los síntomas del hipotiroidismo y permitiendo que el organismo funcione correctamente.
La dosis de levotiroxina se individualiza según las necesidades de cada paciente. Además, de forma rutinaria se realizan análisis de sangre para titular los niveles de TSH y ajustar la dosis en caso de ser necesario. El objetivo del tratamiento es mantener los niveles de TSH dentro del rango normal, lo que indica que la dosis de levotiroxina es adecuada. Es crucial seguir las indicaciones del médico y no ajustar la dosis por cuenta propia.
Además de la terapia con hormona tiroidea, ciertos cambios en el estilo de vida pueden contribuir al manejo efectivo del hipotiroidismo y mejorar la salud en general:
- Seguir una dieta equilibrada: no existen alimentos específicos que curen el hipotiroidismo, pero una dieta rica en frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras puede ayudar a mantener un peso saludable y proporcionar los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo. Es importante evitar los alimentos procesados, las grasas saturadas y el exceso de azúcar.
- Realiza actividad física de manera regular: practicar ejercicio es beneficioso para la salud en general y puede ayudar a controlar el peso, mejorar el estado de ánimo y aumentar los niveles de energía.
- Suplementos bajo supervisión médica: algunos suplementos, como el selenio, el zinc, pueden ser beneficiosos para la función tiroidea. Sin embargo, es fundamental consultar con un médico antes de tomar cualquier suplemento, ya que algunos suplementos pueden interactuar con la levotiroxina u otros medicamentos.
El hipotiroidismo es una condición crónica que requiere un manejo a largo plazo. Seguir el plan de tratamiento prescrito por el médico, adoptar un estilo de vida saludable y realizar un seguimiento regular son esenciales para controlar los síntomas, prevenir complicaciones y mantener una buena calidad de vida.
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Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.
