La cervicitis es una inflamación del cuello uterino que puede deberse a infecciones, irritaciones u otras causas. Aunque puede no presentar síntomas, es importante detectarla y tratarla a tiempo para prevenir complicaciones.
En este artículo, te explicamos qué es la cervicitis, cómo identificarla, cuáles son sus causas y por qué las revisiones ginecológicas regulares son esenciales para cuidar tu salud. Sigue leyendo para conocer todo lo que necesitas saber sobre esta afección y cómo abordarla.
¿Qué es la cervicitis?
Cuidar tu salud reproductiva es clave para prevenir y tratar afecciones como la cervicitis, una inflamación del cuello uterino, la parte inferior del útero que conecta con la vagina. Esta inflamación puede ser causada por una variedad de factores, como infecciones, irritaciones o incluso reacciones a productos químicos o físicos.
Aunque pueda causar preocupación, es importante saber que la cervicitis es una condición común y, en la mayoría de los casos, tratable. El cuello uterino juega un papel crucial en la salud reproductiva femenina, actuando como una barrera protectora contra las infecciones y desempeñando un papel importante durante el embarazo y el parto. Un cuello uterino sano es esencial para la fertilidad, la prevención de infecciones del tracto reproductor superior, y un embarazo saludable.
¿Cómo identificar la cervicitis?
La cervicitis puede manifestarse de diferentes maneras, y no siempre presenta síntomas. Por eso, es fundamental acudir a revisiones ginecológicas regulares, al menos una vez al año, para detectar cualquier anomalía. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son clave para prevenir complicaciones y mantener una buena salud reproductiva. La cervicitis puede afectar a mujeres de todas las edades y antecedentes, y es importante recordar que no tiene nada de vergonzoso. Hablar abiertamente con tu ginecólogo sobre cualquier preocupación relacionada con tu salud reproductiva es esencial para recibir la atención adecuada. No dudes en preguntar a tu médico cualquier duda que tengas sobre la cervicitis o cualquier otro aspecto de tu salud ginecológica.
¿A qué se debe la inflamación en el cuello uterino?

La inflamación del cuello uterino, conocida como cervicitis, puede tener diversas causas. Entre las más comunes nos encontramos:
- Infecciones de transmisión sexual (ITS), como la clamidia, la gonorrea, y el virus del papiloma humano (VPH).
- Infecciones por hongos (candidiasis) o bacterianas (vaginosis bacteriana).
- Reacciones alérgicas a productos químicos en espermicidas, duchas vaginales o látex, pueden causar irritación.
- Irritación física, el uso de dispositivos intrauterinos (DIU) o las relaciones sexuales, pueden provocar inflamación en el cuello uterino.
Factores de riesgo
Existen factores que pueden hacerte más propensa a desarrollar cervicitis. Aquí te explicamos los principales:
- Tener múltiples parejas sexuales: tener múltiples parejas sexuales aumenta el riesgo de exposición a ITS, que son una causa común de cervicitis. Cuanto mayor sea el número de parejas sexuales, mayor es la probabilidad de entrar en contacto con una ITS como la clamidia o la gonorrea, que pueden causar inflamación del cuello uterino. Es importante practicar sexo seguro, utilizando preservativos en cada encuentro sexual, para reducir el riesgo de contraer ITS.
- Tener una pareja sexual con una ITS: si tu pareja sexual tiene una ITS, el riesgo de que tú también la contraigas y desarrolles cervicitis es significativamente mayor. Muchas ITS pueden ser asintomáticas, lo que significa que tu pareja puede tener una infección sin saberlo. La comunicación abierta con tu pareja sobre el historial sexual y las pruebas de ITS es fundamental para proteger tu salud.
- Duchas vaginales: pueden alterar el equilibrio natural de la flora vaginal, eliminando las bacterias beneficiosas que protegen contra las infecciones. Esto puede aumentar la susceptibilidad a infecciones, incluyendo la cervicitis. Por esta razón, los ginecólogos generalmente desaconsejan el uso de duchas vaginales, ya que pueden hacer más daño que bien.
- Anticonceptivos hormonales: aunque estos son un método anticonceptivo eficaz, algunos estudios sugieren que pueden aumentar ligeramente el riesgo de cervicitis. Los cambios hormonales causados por los anticonceptivos pueden alterar el entorno vaginal, haciéndolo más susceptible a ciertas infecciones. Si utilizas anticonceptivos hormonales y experimentas síntomas de cervicitis, es importante que consultes a tu ginecólogo.
Síntomas comunes
Es importante recordar que algunas mujeres con cervicitis no presentan síntomas. Sin embargo, algunos síntomas comunes de la cervicitis incluyen:
- Flujo vaginal anormal: puede ser espeso, amarillo o verdoso, con un olor desagradable.
- Sangrado vaginal fuera del período: puede ocurrir entre ciclos menstruales o después de las relaciones sexuales.
- Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia): molestias que afectan a tu calidad de vida.
- Dolor o molestias al orinar (disuria): sensación de ardor o dolor.
Si experimentas alguno de estos síntomas, es fundamental que consultes a un ginecólogo para un diagnóstico preciso. Retrasar el diagnóstico y el tratamiento puede llevar a complicaciones.
¿Cómo se diagnostica y se trata la cervicitis?
El diagnóstico comienza con una consulta ginecológica, durante la cual el médico realizará un examen pélvico para observar el cuello uterino en detalle. Este procedimiento puede incluir:
- Papanicolaou o citología cervical: una prueba que analiza las células del cuello uterino para detectar anomalías, incluidas células precancerosas o cancerosas.
- Pruebas para infecciones de transmisión sexual (ITS):
- clamidia.
- gonorrea.
- tricomoniasis.
- otras ITS.
Estas pruebas pueden incluir análisis de orina, cultivos vaginales, o pruebas de amplificación de ácidos nucleicos (NAATs), las cuales son muy precisas.
En algunos casos, se puede recomendar realizar una colposcopia, un procedimiento que utiliza un microscopio para examinar el cuello uterino con mayor detalle. Durante la colposcopia, se pueden tomar pequeñas muestras de tejido (biopsias) para un análisis más profundo.
Tratamiento de la cervicitis
El tratamiento de la cervicitis depende de la causa subyacente. Las opciones de tratamiento incluyen:
- Antibióticos para infecciones bacterianas.
- Antimicóticos para infecciones por hongos.
- Medicamentos antivirales en caso de infecciones virales.
- Evitar irritantes, como duchas vaginales o espermicidas.
- Crioterapia o cauterización para casos de cervicitis crónica o recurrente.
Es fundamental completar el tratamiento prescrito, incluso si los síntomas desaparecen antes de finalizarlo, para garantizar la eliminación completa de la infección y prevenir recurrencias. Si la cervicitis está asociada a una ITS, es igualmente importante que tu pareja sexual reciba tratamiento para evitar reinfecciones
¿Qué es la cervicitis crónica?

La cervicitis crónica es una inflamación persistente del cuello uterino que puede durar meses o incluso años. A menudo, la cervicitis crónica no presenta síntomas notables, lo que dificulta su detección. Sin embargo, algunas mujeres pueden experimentar:
- Flujo vaginal persistente.
- Sangrado irregular.
- Dolor pélvico.
Las causas de la cervicitis crónica son diversas e incluyen:
- Infecciones persistentes, como algunas infecciones de transmisión sexual (ITS).
- Irritación crónica, por ejemplo, debido al uso de dispositivos intrauterinos (DIU).
- Inflamación no infecciosa, asociada a alergias o irritantes químicos.
- Una cervicitis aguda no tratada adecuadamente.
En ocasiones no es posible determinar la causa específica.
¿Por qué es importante tratar la cervicitis crónica?
La cervicitis crónica no tratada puede derivar en complicaciones graves, como:
- Mayor riesgo de infertilidad.
- Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP).
- Problemas durante el embarazo, como parto prematuro o bajo peso al nacer.
- Mayor susceptibilidad a otras ITS, incluido el VIH.
Si experimentas síntomas persistentes como flujo vaginal anormal, sangrado irregular, o dolor pélvico, es importante que consultes a un ginecólogo para una evaluación completa, incluso si has sido tratada previamente por cervicitis.
El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado de la cervicitis crónica son esenciales para proteger tu salud reproductiva a largo plazo. En algunos casos, se puede recomendar la crioterapia o la cauterización para tratar la cervicitis crónica.
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Recuerda, este artículo tiene un fin divulgativo y no sustituye la consulta médica. Ante cualquier duda, consulta con un profesional de la salud.
