En nuestra unidad de dermatología ofrecemos un servicio especializado en el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades de la piel, el cabello y las uñas, combinando tecnología avanzada con atención médica personalizada. Atendemos patologías frecuentes como acné, dermatitis, psoriasis, rosácea, infecciones cutáneas, alopecia, hongos y manchas en la piel, así como la detección precoz del cáncer de piel.
La Dermatología es la especialidad médica que se encarga del estudio, diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades que afectan la piel, el cabello, las uñas y las mucosas. Es una rama muy amplia de la medicina, ya que la piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y puede reflejar tanto enfermedades locales como sistémicas.
El dermatólogo trata patologías comunes como el acné, la dermatitis, la psoriasis, las infecciones cutáneas, la alopecia, los lunares o las manchas en la piel, además de detectar y tratar lesiones precancerosas o cáncer de piel. También aborda enfermedades crónicas o inmunológicas que se manifiestan a través de la piel.
Entre las patologías más frecuentes se encuentran el acné, en sus distintas formas y grados; la dermatitis atópica, seborréica o por contacto; la psoriasis, una enfermedad inflamatoria crónica de la piel; y la rosácea, que causa enrojecimiento facial persistente. También se abordan infecciones cutáneas causadas por bacterias, virus, hongos o parásitos, como impétigo, herpes, tiña o escabiosis. Los dermatólogos tratan además alopecias (caída del cabello), enfermedades autoinmunes como el lupus cutáneo o el vitíligo, y diversas afecciones de las uñas, como onicomicosis o distrofias ungueales. Un área clave de esta especialidad es la detección y tratamiento de cáncer de piel, como el carcinoma basocelular, espinocelular y el melanoma, mediante controles dermatológicos y técnicas de dermatoscopia.
En HM Gabinete Velázquez se utilizan diversas técnicas diagnósticas para evaluar y confirmar enfermedades de la piel, el cabello y las uñas, muchas de las cuales combinan observación clínica con métodos especializados. La exploración visual directa es fundamental y, en la mayoría de los casos, permite al dermatólogo identificar signos característicos de cada patología. Para un análisis más detallado, se emplea la dermatoscopia, una técnica no invasiva que permite observar estructuras de la piel no visibles a simple vista, muy útil para evaluar lunares, manchas y posibles lesiones cancerosas.
Los tratamientos en Dermatología abarcan un amplio espectro de opciones terapéuticas, adaptadas a cada tipo de piel y patología. Entre los más comunes se encuentran los tratamientos tópicos, como cremas, pomadas o geles con principios activos antiinflamatorios, antibióticos, antifúngicos o retinoides, indicados en enfermedades como el acné, la dermatitis o la psoriasis. También se utilizan tratamientos sistémicos, es decir, medicamentos por vía oral o inyectable, especialmente en casos más severos o crónicos, como inmunosupresores, antibióticos, antifúngicos o biológicos. En dermatología quirúrgica se realizan procedimientos como extirpación de lunares, quistes, verrugas o cánceres de piel, con técnicas que minimizan el daño estético.
Se recomienda realizar una revisión dermatológica anual, especialmente si tienes muchos lunares, antecedentes de cáncer de piel o exposición frecuente al sol. En caso de detectar cambios en forma, color o tamaño, es importante consultar de inmediato.
No. Muchas personas acuden a dermatología para realizar chequeos preventivos, revisar lunares, cuidar la piel o consultar sobre tratamientos estéticos. La prevención también es parte esencial de esta especialidad.
