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Radioisótopos dirigidos (medicina nuclear)

¿Qué son los radioisótopos dirigidos? 

Los radioisótopos dirigidos son una técnica avanzada de medicina nuclear que utiliza sustancias radiactivas para diagnosticar y tratar diversas enfermedades, especialmente el cáncer. Estos compuestos, conocidos como radiofármacos, se administran al paciente y viajan a través del cuerpo hasta alcanzar tejidos específicos, donde liberan radiación para destruir células tumorales o generar imágenes detalladas de órganos y estructuras internas.

¿Para qué sirve este procedimiento?

Los radioisótopos dirigidos se utilizan principalmente en:

  • Diagnóstico por imagen: para detectar anomalías en órganos y tejidos mediante técnicas como tomografía por emisión de positrones (PET) o tomografía computarizada por emisión de fotón único (SPECT).
  • Tratamiento oncológico: sirven para destruir células tumorales en cánceres como el de tiroides, próstata, neuroendocrino y linfomas.
  • Evaluación funcional: se usan para analizar el funcionamiento de órganos como el corazón, riñones y cerebro.
  • Personalización terapéutica: ayudan a adaptar el tratamiento según las características específicas del tumor y del paciente.

Beneficios de la alta tecnología en los radioisótopos dirigidos

Los radioisótopos son átomos radiactivos que emiten radiación controlada. Cuando se combinan con moléculas específicas, forman radiofármacos que se dirigen selectivamente a los tejidos u órganos afectados. En el caso del diagnóstico, los radioisótopos generan imágenes detalladas mediante cámaras gamma o PET. Para el tratamiento, los radioisótopos liberan radiación directamente en las células tumorales, destruyéndolas sin dañar significativamente los tejidos sanos circundantes.

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¿Cómo es el procedimiento?

El procedimiento con radioisótopos dirigidos implica:

  • Preparación:

    Antes del tratamiento, tu médico revisará tu historial clínico y los resultados de pruebas anteriores, como biopsias, estudios genéticos y análisis moleculares. También podrían indicarte algunas pruebas complementarias para confirmar si el tratamiento con radioisótopos es el adecuado para ti. En ciertos casos, te pedirán ayunar durante unas horas previas al procedimiento.

  • Durante la prueba:

    El radiofármaco se te administrará por vía intravenosa, oral o inhalatoria, según el tipo de estudio o tratamiento que vayas a recibir. Si el procedimiento es diagnóstico, se utilizarán cámaras gamma o PET para registrar cómo se distribuye el radiofármaco en tu cuerpo. En caso de tratarse de una terapia, la sustancia liberará radiación directamente en las células tumorales. La duración del procedimiento puede variar, pero generalmente va desde unos 30 minutos hasta varias horas.

  • Después de la prueba:

    Después del procedimiento, podrás retomar tus actividades normales, a menos que tu médico te indique lo contrario. A lo largo del tratamiento, se te harán controles periódicos para evaluar la respuesta y detectar posibles efectos secundarios. Los resultados se revisarán con tu médico, quien ajustará el plan terapéutico si es necesario.

Recomendaciones para la prueba

  • Evita el contacto cercano: en algunos casos, es necesario limitar el contacto físico con otras personas durante un tiempo para reducir la exposición a la radiación residual.
  • Hidrátate bien: bebe abundante agua después del procedimiento para ayudar a tu cuerpo a eliminar el radiofármaco.
  • Sigue las instrucciones médicas: es importante que sigas todas las indicaciones antes, durante y después del tratamiento para garantizar tu seguridad y la eficacia del procedimiento.

¿Tiene algún riesgo? 

El uso de radioisótopos dirigidos es una opción segura y eficaz, aunque, como cualquier tratamiento, puede generar algunos efectos secundarios relacionados con la radiación:

  • Molestias leves: es posible que sientas náuseas, fatiga o alguna molestia en la zona donde se administró el radiofármaco.
  • Inflamación local: en ciertos casos, puede presentarse inflamación en los tejidos que fueron tratados.
  • Exposición a radiación: aunque las dosis están cuidadosamente controladas, es fundamental que sigas todas las indicaciones del equipo médico para reducir cualquier riesgo.

Para que tu prueba se desarrolle sin contratiempos, te pedimos que llegues con antelación a la hora indicada. Así podremos realizar la preparación administrativa y clínica necesaria.

Antes de la prueba, te entregaremos el Consentimiento Informado, un documento con información importante que deberás leer y firmar.

Si tu cita es para una Resonancia Magnética (RM), es crucial que nos informes sobre la presencia de marcapasos, objetos metálicos, prótesis (incluidas las dentales), tatuajes o dispositivos de infusión de medicamentos, como bombas de insulina.

Estas pruebas diagnósticas son muy seguras, pero como en cualquier procedimiento médico, existe una mínima posibilidad de incidencia.

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