¿Qué es un estudio de temblor y otros trastornos de movimiento?
El estudio de temblor y otros trastornos del movimiento es un procedimiento clínico que evalúa las alteraciones motoras, como temblores, distonías, coreas, tics y rigidez muscular. Este análisis permite identificar la causa subyacente de los síntomas y diseñar estrategias terapéuticas personalizadas para mejorar la calidad de vida del paciente.
¿Para qué sirve esta prueba?
El estudio se utiliza principalmente en:
Diagnóstico de enfermedades neurológicas: sirve para identificar trastornos como el Parkinson, temblor esencial, distonías, coreas, síndrome de piernas inquietas, entre otros.
Evaluación de trastornos secundarios: ayuda a determinar si los síntomas son causados por medicamentos, lesiones cerebrales o condiciones metabólicas.
Planificación terapéutica: se utiliza para diseñar tratamientos específicos, incluyendo farmacológicos, quirúrgicos o rehabilitación.
Monitorización clínica: se usa para evaluar la progresión de la enfermedad y la respuesta a los tratamientos.
Beneficios de la alta tecnología en la conducción motora central con TMS
El procedimiento combina entrevistas clínicas con pruebas específicas de neurofisiología, imagen médica y evaluación funcional. Estas pruebas permiten analizar la actividad cerebral, la conducción nerviosa y los patrones motores del paciente.
¿Cómo es el procedimiento?
El procedimiento de la valoración neuropsicológica implica:
Preparación:
Antes del procedimiento, el médico realizará una entrevista detallada para conocer tu historial médico, antecedentes familiares y síntomas actuales. Si cuentas con estudios previos, como resonancias magnéticas, electromiografías o tomografías, los analizará para complementar la evaluación. También es importante que uses ropa cómoda y sin elementos metálicos para evitar interferencias durante el examen.
Durante la prueba:
Durante la prueba, el especialista evaluará tus movimientos y realizará pruebas físicas para analizar tu coordinación, fuerza muscular y reflejos. Según tu caso, podrían realizarse estudios complementarios, como una electromiografía (EMG) para medir la actividad eléctrica de los músculos, una resonancia magnética (RM) para detectar anomalías estructurales en el cerebro o estudios de neuroimagen funcional, como PET o SPECT, para evaluar la actividad cerebral.
Si se sospecha una causa hereditaria, también podrían solicitarse test genéticos. En algunos casos, se emplean dispositivos especializados para registrar y analizar los patrones de movimiento. La duración del procedimiento varía según las pruebas necesarias, pero generalmente dura entre 1 y 3 horas.
Después de la prueba:
Podrás retomar tus actividades normales inmediatamente después del procedimiento, a menos que tu médico indique lo contrario. Los resultados serán analizados por un equipo multidisciplinario y enviados a tu médico, quien te explicará los hallazgos y los pasos a seguir.
Recomendaciones para la prueba
Descanso previo: es recomendable que llegues bien descansado para asegurar el mejor rendimiento durante las pruebas.
Informar sobre medicamentos: avisa a tu médico si estás tomando algún medicamento que pueda afectar tus movimientos o tu estado neurológico.
Acompañante: en algunos casos, puede ser útil que acudas con un familiar que pueda proporcionar información adicional sobre tu comportamiento.
¿Tiene algún riesgo?
El estudio de temblor y otros trastornos del movimiento es un procedimiento seguro y no invasivo. Sin embargo, algunas pruebas específicas pueden generar molestias leves:
Claustrofobia: en caso de realizarse una resonancia magnética, algunas personas pueden sentir ansiedad por estar dentro del escáner.
Molestias musculares: si se realiza una electromiografía, podrías experimentar molestias temporales en el sitio de inserción de los electrodos.
Fatiga: algunas pruebas pueden ser exigentes, lo que podría generar fatiga debido a su duración.
Para que tu prueba se desarrolle sin contratiempos, te pedimos que llegues con antelación a la hora indicada. Así podremos realizar la preparación administrativa y clínica necesaria.
Antes de la prueba, te entregaremos el Consentimiento Informado, un documento con información importante que deberás leer y firmar.
Si tu cita es para una Resonancia Magnética (RM), es crucial que nos informes sobre la presencia de marcapasos, objetos metálicos, prótesis (incluidas las dentales), tatuajes o dispositivos de infusión de medicamentos, como bombas de insulina.
Estas pruebas diagnósticas son muy seguras, pero como en cualquier procedimiento médico, existe una mínima posibilidad de incidencia.
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