Unidad del Dolor
¿Qué es la Unidad del dolor?
La Unidad de Dolor de HM Vallés está especializada en el diagnóstico, tratamiento y manejo del dolor crónico y agudo.
Nuestra unidad está integrada como un departamento más del hospital y cualquier paciente que sufra de dolor puede pedir consulta directamente con nosotros sin necesidad de ser visto antes por otra especialidad
Ofrecemos una atención multidisciplinar para abordar las necesidades físicas, emocionales y psicológicas de los pacientes con dolor.
Contamos con un equipo de profesionales que incluye:
- Médicos especialistas en tratamiento del dolor (anestesistas), manteniendo reuniones interdisciplinares con neurocirugía, traumatología, reumatología, neurología, etc.
- Fisioterapeutas.
- Psicólogos.
- Enfermeras y auxiliares especializadas en cuidados del dolor.
- Personal administrativo.
La Unidad del Dolor, dirigida por el Dr. Perez Cajaraville, está clasificada como tipo III, según la sociedad española de dolor, la más compleja y avanzada, capacitada para tratar cualquier tipo de dolor por muy complejo que sea
El objetivo principal de nuestra Unidad de Dolor es mejorar la calidad de vida de los pacientes con dolor, reduciendo su sufrimiento y mejorando su funcionalidad y bienestar general.
Todo nuestro equipo médico altamente cualificado con experiencia contrastada, trabajamos como una sola unidad, consensuando casos más complejos y siendo conscientes de lo humano que es aliviar el dolor al paciente.
¿Qué patologías se tratan?
En la Unidad de Dolor de HM Vallés tratamos una amplia variedad de patologías relacionadas con el dolor crónico y agudo. Algunas de las condiciones más comunes que tratamos incluyen:
- Dolor musculoesquelético: lumbalgia (dolor lumbar) y Cervicalgias (dolor cervical), dolor articular y fibromialgia.
- Dolor neuropático: neuralgia postherpética, neuropatía diabética y dolor radicular.
- Dolor oncológico.
- Dolor por trastornos de la cabeza y cuello: neuralgia del trigémino, migraña, cefalea tensional y dolor orofacial.
- Dolor visceral: dolor abdominal crónico y Endometriosis.
- Dolor postquirúrgico o traumático.
- Síndromes de dolor crónico.
Ofrecemos un enfoque interdisciplinario para tratar estas condiciones, combinando tratamientos farmacológicos, terapias físicas, apoyo psicológico y otras intervenciones (infiltraciones, radiofrecuencia, estimulación, etc.) para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico del dolor crónico puede ser un proceso complejo que implica una evaluación detallada de la historia médica del paciente, un examen físico y pruebas diagnósticas.
Además, realizamos pruebas de función nerviosa como la electromiografía (EMG) y la conducción nerviosa pueden ayudar a evaluar la función nerviosa y identificar lesiones o daños en los nervios.
¿Cuáles son los tratamientos que realizamos?
Tratamientos farmacológicos y no farmacológicos como terapia física y técnicas no invasivas; así como terapia cognitivo-conductual, fisioterapia y procedimientos intervencionistas.
También figura la medicina regenerativa, estimulación medular y bombas intratecales.
Tecnología y equipamiento avanzado
Los avances en la medicina y la tecnología han permitido desarrollar técnicas novedosas y más precisas para el manejo del dolor crónico y agudo. La unidad de dolor de HM Hospitales estamos capacitados para resolver desde los casos más cotidianos hasta complejas situaciones que requieren un gran conocimiento y destreza
Nuestra unidad cuenta con psicólogos y fisoterapeutas que enriquecen todavía más nuestra cartera de servicios.
Disponemos de la última tecnología a nivel mundial con el equipamiento más avanzado para proporcionar un diagnóstico y tratamiento más precisos y efectivos
Preguntas frecuentes
¿Cuándo debemos pedir consulta en la unidad de dolor?
Debes considerar pedir cita en nuestra Unidad de Dolor si experimentas alguno de los siguientes síntomas o situaciones:
Dolor crónico
- Si tiene dolor persiste durante un período prolongado, es posible que requiera atención especializada.
- Si su dolor interfiere con la vida diaria*: Si el dolor afecta su capacidad para realizar actividades cotidianas, trabajar o disfrutar de hobbies.
Dolor intenso o severo
- Si tiene dolor persiste durante un período prolongado, es posible que requiera atención especializada.
- Si su dolor interfiere con la vida diaria*: Si el dolor afecta su capacidad para realizar actividades cotidianas, trabajar o disfrutar de hobbies.
Síntomas específicos
- Dolor neuropático: Si experimentas dolor neuropático, como dolor por lesión nerviosa o neuralgia.
- Dolor musculoesquelético: Si experimentas dolor musculoesquelético, como dolor de espalda, cuello o articulaciones.
- Dolor por cáncer: Si tienes cáncer y experimentas dolor relacionado con la enfermedad o el tratamiento.
¿Qué es un especialista en dolor?
Durante miles de años, los médicos han ayudado a sus pacientes a aliviar los dolores con una variedad de medicamentos y tratamientos. Como otras áreas de la medicina, un nuevo subgrupo de médicos se ha especializado en el tratamiento del dolor. Se concentran en el control de todo tipo de dolores y estudian las causas del mismo, las reacciones del cuerpo ante el dolor, la forma en que los diferentes medicamentos calman o eliminan el dolor y la manera en que se pueden utilizar otros tratamientos para calmar muchas afecciones dolorosas.
¿Qué sucede cuando visita a un especialista en dolor?
Tras una completa evaluación de diagnóstico inicial, se determina el tratamiento que debe seguirse. Debido a los rápidos avances de la medicina, hay una amplia variedad de medicamentos y tratamientos para el dolor agudo, crónico. A los pacientes se le recetan generalmente medicamentos antes de recibir otras formas de terapia. Además, su médico especialista en dolor puede determinar que una combinación de medicamentos y tratamiento es lo adecuado para usted. Su terapia será adaptada a sus necesidades y circunstancias específicas. Intentamos aliviar el dolor con métodos farmacológicos y no farmacológicos para mejorar la calidad debida lo más pronto posible, muchas veces evitando cirugías o tratamientos más invasivos
¿Qué es el dolor lumbar?
El dolor lumbar es un síndrome que se presenta en 80 a 90 por ciento de la población adulta en algún momento de su vida y frecuentemente se manifiesta con episodios repetitivos. El dolor agudo o crisis se define como la situación que provoca intolerancia a la actividad cotidiana, por dolor en la parte baja de la espalda o por síntomas en los miembros inferiores, durante un período inferior a los tres meses.
¿En que consiste el tratamiento?
el abordaje del dolor producido por patología vertebral se integra dentro del modelo biopsicosocial ayudándonos de programas farmacológicos y no farmacológicos, siendo lo más habitual la combinación de ambos tratamientos simultáneamente.
Se conoce que la base del éxito del tratamiento del dolor vertebral reside en la rapidez de su inicio, sin embargo, no siempre responde a tratamiento farmacológico o este es mal tolerado y la cronicidad hace que aparezcan mecanismos periféricos y centrales de sensibilización y modulación que amplifican y persevera la percepción dolorosa. Esta situación hace necesaria la aplicación de procedimientos intervencionistas, que deben considerarse parte del abordaje multidisciplinar y tienen una triple utilidad: diagnóstica, pronóstica y terapéutica. Deben realizarse por personal adecuadamente cualificado y requieren un seguimiento con infraestructura especializada (Unidad de Dolor).
¿Que son las terapias intervencionistas en dolor lumbar?
Las estrategias intervencionistas están dirigidas normalmente hacia estructuras nerviosas que, supuestamente, actúan de mediadoras en la experiencia del dolor. Los mecanismos de acción son sumamente variables, desde bloqueos reversibles con anestésicos locales hasta la inducción con estimulación medular y la ablación con energía de radiofrecuencia. Otras técnicas de administración de medicación por vía intratecal mejoran el índice terapéutico eficaz de los fármacos.
El enfoque debe basarse en una terapia escalonada para garantizar mayor eficacia con el menor riesgo y un coste razonable. Estas se aplican con el objetivo de mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes y evitar consumo de medicación crónicamente. La edad no supone ningún factor limitante para la realización de las mismas, ni desde el punto de vista técnico como eficacia.