Unidad del Dolor
¿Qué es la Unidad del dolor?
La Unidad del Dolor está especializada en el abordaje integral del dolor agudo y crónico que puede afectar gravemente la calidad de vida de los pacientes. A través de un enfoque multidisciplinar, se tratan diferentes tipos de dolor, como el musculoesquelético, neuropático, oncológico y postquirúrgico, con terapias personalizadas adaptadas a cada situación clínica.
Nuestro equipo de especialistas en el manejo del dolor aplica técnicas avanzadas que combinan tratamientos farmacológicos, intervenciones mínimamente invasivas y programas de rehabilitación funcional. El principal objetivo es aliviar el dolor, restaurar la movilidad y mejorar el estado físico y emocional del paciente, garantizando siempre la máxima seguridad y eficacia en cada tratamiento.
Patologías que se tratan
En la Unidad del Dolor del Hospital HM Gálvez, tratamos una amplia variedad de patologías, entre las que se encuentran:
Ciática y Hernia Discal: causas, síntomas y tratamiento
La ciática, también conocida como lumbociática, se caracteriza por un dolor que se irradia desde la zona lumbar hacia la pierna e incluso hasta los dedos del pie. Este dolor suele estar asociado a una compresión o irritación del nervio ciático.
Las causas más comunes de la ciática incluyen:
- Hernia o protrusión discal: ocurre cuando una parte del disco intervertebral se desplaza y presiona la raíz nerviosa, provocando dolor intenso.
- Estenosis de canal: un estrechamiento del canal vertebral que puede comprimir las raíces nerviosas.
- Síndrome piramidal o “pseudociática”: cuando el nervio ciático se ve comprimido a la altura del músculo piramidal, generando síntomas similares a los de una hernia.
- En casos graves, cuando la hernia discal provoca pérdida de fuerza (déficit motor) o afecta el control de esfínteres, puede requerirse una intervención quirúrgica urgente. Sin embargo, en más del 99 % de los casos, las hernias o protrusiones discales pueden tratarse eficazmente con técnicas mínimamente invasivas, sin necesidad de cirugía abierta.
Tratamientos para la hernia discal disponibles en nuestra Unidad del Dolor:
- Infiltración epidural (interlaminar, transforaminal o caudal).
- Radiofrecuencia pulsada del ganglio de la raíz dorsal (GRD).
- Técnicas intradiscales especializadas.
En nuestra unidad combinamos experiencia médica, tecnología avanzada y un enfoque personalizado para aliviar el dolor y mejorar la calidad de vida de cada paciente.
Lumbalgia
La lumbalgia es el término médico que se utiliza para describir el dolor localizado en la parte baja de la espalda, específicamente en la columna lumbar. Para aplicar el tratamiento más adecuado, es fundamental realizar una valoración clínica detallada que permita identificar el origen del dolor.
Las causas más frecuentes de lumbalgia incluyen:
- Dolor facetario: se origina en las articulaciones interapofisarias posteriores (facetas articulares). Una opción terapéutica eficaz es la radiofrecuencia de los ramos mediales, también conocida como rizólisis.
- Dolor sacroilíaco: procede de la articulación sacroilíaca y, en ocasiones, puede confundirse con otros tipos de dolor lumbar. Esta patología, conocida como sacroileítis o síndrome de la articulación sacroilíaca, puede tratarse mediante infiltraciones o radiofrecuencia en empalizada.
- Dolor discogénico: está relacionado con los discos intervertebrales. Es una causa de lumbalgia que puede resultar compleja de diagnosticar y, en algunos casos, requiere el uso de técnicas intradiscales para su tratamiento.
- Dolor miofascial: afecta a los músculos de la región lumbar, especialmente el psoas, el cuadrado lumbar o el piramidal. Cuando no mejora con fisioterapia, puede ser necesario realizar bloqueos miofasciales para aliviar el dolor.
En nuestra Unidad del Dolor, ofrecemos un enfoque personalizado y tratamientos mínimamente invasivos para abordar eficazmente las diferentes causas de lumbalgia, mejorando la calidad de vida de nuestros pacientes.
Dolor neuropático:
El dolor neuropático es un tipo de dolor crónico que se produce como consecuencia de una lesión o disfunción del sistema nervioso somatosensorial. A diferencia del dolor nociceptivo, que responde a estímulos físicos como golpes o inflamación, el dolor neuropático se origina directamente en los nervios y puede ser difícil de tratar si no se aborda correctamente.
Entre las causas más frecuentes de dolor neuropático se encuentran:
- Neuralgia del trigémino.
- Neuralgia glosofaríngea.
- Neuralgia occipital.
- Neuralgia postherpética (tras infección por herpes zóster).
- Lesiones del plexo braquial.
- Dolor neuropático tras cirugía de hernia inguinal (postherniorrafia).
- Meralgia parestésica.
- Neuralgia del nervio pudendo.
- Radiculopatías (afectación de raíces nerviosas).
- Otras neuralgias periféricas.
El tratamiento suele iniciarse con medicamentos específicos para este tipo de dolor, como anticonvulsivantes o antidepresivos, que han demostrado eficacia en su control. Sin embargo, cuando los fármacos no son suficientes, existen técnicas intervencionistas avanzadas como la radiofrecuencia, los bloqueos nerviosos o la neuroestimulación, que pueden ofrecer un alivio significativo y mejorar la calidad de vida del paciente.
En nuestra Unidad del Dolor contamos con especialistas en el manejo del dolor neuropático, que te ofrecerán un enfoque personalizado y tratamientos adaptados a tu situación clínica.
Coxigodinia:
La coxigodinia es el término médico que describe el dolor localizado en la región del coxis, la parte final de la columna vertebral. Este tipo de dolor suele estar relacionado con alteraciones en el propio hueso coxígeo, en la articulación sacrocoxígea (que une el coxis con el sacro), o en las estructuras miofasciales adyacentes.
Este trastorno puede tener diferentes causas, como traumatismos, microlesiones por estar sentado durante periodos prolongados, inflamación o incluso alteraciones posturales. Su tratamiento dependerá del origen del dolor y puede incluir desde fisioterapia especializada y medicación analgésica, hasta técnicas intervencionistas si el dolor se vuelve crónico o resistente al tratamiento conservador.
En nuestra Unidad del Dolor evaluamos cada caso de forma individualizada para ofrecer un abordaje eficaz y mejorar la calidad de vida del paciente.
Dolor articular:
El dolor articular, también conocido como artralgia, no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma asociado a distintas patologías como la artrosis, la artritis, la gota u otros trastornos inflamatorios. Es una molestia muy común que puede limitar la movilidad y afectar significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen.
Ante la presencia de dolor persistente en una o varias articulaciones, se recomienda acudir inicialmente al traumatólogo o al reumatólogo, especialmente si el dolor es poliarticular. Estos especialistas se encargarán de realizar una evaluación y proponer el tratamiento más adecuado. En caso de que el paciente no responda a las terapias convencionales, será derivado a la Unidad del Dolor para recibir un abordaje más específico, centrado en el control del dolor crónico mediante técnicas personalizadas y mínimamente invasivas.
Dolor miofascial:
El síndrome de dolor miofascial es una afección caracterizada por dolor muscular localizado o regional, que suele afectar a uno o varios músculos. Se identifica por la presencia de bandas tensas en el tejido muscular, dolorosas al tacto, que contienen los llamados puntos gatillo (PG). Estos puntos pueden provocar dolor referido, es decir, dolor que se irradia a zonas distantes del cuerpo cuando se presionan.
Este tipo de dolor está habitualmente asociado a factores biomecánicos como la sobrecarga muscular, la mala postura o microtraumatismos repetitivos. En la Unidad del Dolor, el tratamiento incluye fisioterapia, bloqueos miofasciales y, en casos resistentes, técnicas como la radiofrecuencia.
Cervicalgia:
La cervicalgia es el término que describe el dolor en la zona del cuello y la parte superior de la espalda. En muchos casos, este dolor tiene un origen miofascial, debido a contracturas musculares, o está relacionado con las articulaciones interapofisarias (dolor facetario).
Cuando el dolor se irradia al brazo con sensación de corriente eléctrica, hablamos de cervicobraquialgia, cuya causa más habitual es una hernia discal cervical. El tratamiento puede incluir fisioterapia, infiltraciones o radiofrecuencia, según la intensidad y evolución del cuadro.
Dolor oncológico:
Entre el 30 % y el 50 % de los pacientes con cáncer experimentan dolor durante el curso de la enfermedad, porcentaje que puede aumentar hasta el 70-90 % en fases avanzadas. Este dolor puede estar provocado por la progresión tumoral o por los efectos secundarios de tratamientos como cirugía, radioterapia o quimioterapia.
El control del dolor oncológico puede requerir el uso de opioides mayores y técnicas intervencionistas como los bloqueos neurolíticos con alcohol o fenol, la radiofrecuencia, e incluso la infusión espinal en los casos más complejos. En la Unidad del Dolor se aplica un enfoque integral y personalizado para aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida del paciente.
Síndrome de espalda fallida (postlaminectomía):
El síndrome de espalda fallida se refiere al dolor lumbar crónico persistente tras una cirugía en la columna lumbosacra. Este dolor puede extenderse a las extremidades inferiores y suele estar asociado a la formación de fibrosis epidural, una de las causas más comunes.
Es fundamental que el paciente sea reevaluado por el equipo quirúrgico para descartar posibles complicaciones que puedan requerir una nueva intervención. En la Unidad del Dolor se utilizan técnicas como infiltraciones caudales, radiofrecuencia intracanal, epidurolisis y estimulación medular para controlar el dolor de forma eficaz.
Síndrome de Dolor Regional Complejo (SDRC):
El SDRC es una forma de dolor crónico, normalmente localizado en brazos o piernas, cuya intensidad y duración son desproporcionadas respecto a la lesión original. El diagnóstico es clínico y requiere una valoración exhaustiva.
El tratamiento debe comenzar cuanto antes, e incluye fisioterapia intensiva, tratamiento farmacológico y técnicas intervencionistas como bloqueos simpáticos, radiofrecuencia o estimulación medular. Esta última opción ha demostrado ser especialmente eficaz en casos de evolución prolongada o de difícil control.
Preguntas frecuentes
¿Quién puede beneficiarse de la Unidad del Dolor?
La Unidad del Dolor está dirigida a personas que padecen dolor agudo o crónico que interfiere en su calidad de vida. Este servicio especializado atiende a pacientes con enfermedades como artrosis, fibromialgia, dolor neuropático, dolor oncológico o dolor persistente tras una cirugía, entre otras dolencias.
¿Cuándo conviene acudir a la Unidad del Dolor?
Es recomendable solicitar una valoración en la Unidad del Dolor cuando el malestar continúa a pesar de haber probado otros tratamientos y afecta a tareas cotidianas como dormir, caminar o mantener el bienestar emocional. El equipo médico realiza un estudio personalizado para ofrecer soluciones terapéuticas adaptadas a cada caso.
¿El tratamiento del dolor se basa solo en medicamentos?
No. El tratamiento en la Unidad del Dolor es multidisciplinar y va más allá de la medicación. Se combinan distintas técnicas como infiltraciones, radiofrecuencia, fisioterapia específica, orientación en hábitos saludables y apoyo psicológico, todo ello adaptado al tipo de dolor y a las necesidades individuales del paciente.