Tras un fin de semana a ciegas por la falta de datos, afrontamos la última semana de julio con índicios preocupantes. De repente, más de 150 países ponen restricciones a nuestros ciudadanos para que puedan ir o volver allí, lo que es prueba de que pretender preservar la economía sin atender debidamente la crisis sanitaria es una entelequia.
Parece que Aragón apunta a convertirse en nuestro “Bérgamo” particular con varios hospitales saturados, los datos en Cataluña hablan de más de 400 ingresados y empiezan a incrementarse los pacientes sintomáticos en otro gran número de CCAA. Como dije hace unos días, crecimiento más o menos homogéneo por todo el país.
Hay que aprovechar que el virus sigue atontado para tratar de hacer las cosas un “poquito” mejor. En mi opinión, de forma “quirúrgica” metería a Aragón en fase 2 para que no saliera nadie sin control, con confinamiento sólo de grupos de riesgo y llevaría los recursos sanitarios necesarios y habilitaría los colindantes para que no hubiera que lamentar allí ninguna víctima por falta de recursos.
Trataría de arreglar este “primer toro” e intensificaría los controles y las medidas en el resto del país. Si no lo hacemos por partes, lo tendremos que hacer en bloque otra vez en septiembre.
A ver que pasa...