Parte contra el CV del 23-09 en HM Hospitales

Ya no queremos mirar

Todos los datos de la evolución de la pandemia van bien. Todos, salvo el nº de fallecidos diarios que a estas alturas y pese a la excusa del retraso en las notificaciones empieza a hacerse dificilmente soportable.

Así estamos en una incidencia a 14 días de 74 contags/100 mil habs y a 7 días x 2 de 60. El número de pacientes con síntomas en los ultimos 7 días esta sólo en 9/ 100 mil habs y el % de positivos en los test apenas supera el 3%. Pero ayer volvimos a superar de nuevo los 100 muertos diarios.

La ocupación hospitalaria acelera su descenso por Covid. Tenemos diariamente el doble de altas que ingresos con un % de ocupación de camas por Covid menor del 3% pero todo a costa, entre otras cosas, de más de 100 muertos diarios.

Y además los estudios de las aguas, la ausencia de brotes a pesar de los colegios, la vuelta a la rutina, etc. nos hacen pensar que, tal y como venimos comentando, vamos a superar el cambio de estación sin demasiados problemas.

Esto es prueba de que las grandes olas se asocian fundamentalmente a los cambios de variantes y ahora no parece que haya ninguna en el horizonte con capacidad de desplazar a las cepas actuales.

Ahora bien podemos no mirar. Estamos hasta el gorro del virus, pero no podemos no querer saber. Que en esta última ola hemos tenido más de 5 mil fallecidos es una realidad objetiva. Que de esos 5 mil fallecidos un 80% son personas de más de 70 años también. Que en las olas de marzo y en abril no fallecieron tantos ancianos, igual de cierto. Y por tanto, que se tiene que estar produciendo una disminución de la inmunidad es pura lógica y sentido común.

Con la cepa delta bajo control, sin nuevas cepas en el horizonte de las que preocuparse, nuestro mayor riesgo es que se produzca una pérdida de inmunidad en la gente más vulnerable.

Ya hemos autorizado la tercera dosis para ancianos en residencias y creo que, más allá de los estudios que confirmen los datos que demuestren esta pérdida de las defensas, es necesario de cara al invierno y la llegada de una gripe desconocida, empezar ya con la revacunación de todas las personas mayores.

En estos grupos etarios, dado el peso que tiene la realidad de los hechos (80% de fallecidos) creo que no hay excusa para adelantarse a hacerlo. Si no vienen nuevas variantes, es lo único que puede interrumpir salir del pozo en el que estamos.

Y por muy bien que esten los datos, por no relajarse del todo, hay que seguir con las mascarillas en interiores y con el control de eventos multitudinarios hasta que el virus sea sólo un recuerdo.

Todo va volviendo a su sitio para todo el mundo menos para los fallecidos que sigue dejando el virus y sus familiares. No queremos ver, que la sombra del virus es muy alargada y parece que estos “cientos” de muertos ya no van con nosotros.

No creo que debamos dejar de mirar.

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