Acaba la semana. Aunque el número de bajas ha sido muy alto, la mejora de los datos de incidencia y los anuncios de la eficacia de las vacunas nos permite afrontar el futuro con un poco más de optimismo.
Decía ayer que es vital organizar bien la planificación de la vacunación. Creo que podremos recibir los primeros lotes de vacunas -2-3 millones- para enero/febrero y según pasen los meses cada vez vayamos recibiendo más hasta poder llegar, en verano, a la mayor parte de la población. En mi opinión, más allá de la planificación de los grupos vulnerables -residencias, personal sanitario, fuerzas de seguridad, profesores, etc.- creo que las primeras dosis deben de ser guardadas a fin de poder administrarlas en aquellos lugares en donde se prevea que se va a producir un brote. Diversas empresas están trabajando en aplicaciones de IA que en función de diversos parametros (análisis de aguas, densidad de población, etc.) pueden ayudar a adivinar donde se van a producir nuevos brotes en las próximas semanas.
Si no se tuerce el virus, si no muta demasiado, organizar bien la logística es el mayor reto que tenemos y se debe de contar con todos los recursos públicos y privados para poder llevarlo a cabo.
Estamos resistiendo. Buen fin de semana. Seguimos