Afortunadamente todo va mejorando y los post de la pandemia se van distanciando.
Los contagios siguen bajando y la incidencia a 14 días/100 mil habs esta en 140 y a 7 días x 2 en apenas 100. Los casos sintomáticos estabilizados en 15 pacientes/100 habs y la positividad en los test apenas supera el 6%.
Además, empiezan a disminuir de forma más rápida la ocupación en los hospitales y la notificación en los fallecimientos, que por el retraso en los sistemas de comunicación, alcanza su pico varias semanas después de lo que ocurre. Si sacamos el periscopio y miramos a nivel más regional no se observan amenazas que puedan hacer pensar que esto vaya a cambiar en breve.
Nadie puede asegurar que va a pasar más allá de unas pocas semanas y menos conociendo como nos ha tratado el Covid estos últimos meses, pero a lo mejor hay un atisbo de esperanza que nos haga pensar que podemos controlar, al menos la enfermedad.
En cualquier caso, que esto ocurra en un futuro sigue dependiendo en gran parte de lo que hagamos nosotros, por lo que hay que tratar de vivir pero con sentido común y cierta prudencia.
Siguen haciendo falta más datos por parte de las administraciones, más facilidad para acceder a los test de antigenos, más pedagogía y concienciación y sobre todo aprovechar para, ahora que el virus nos da un respiro, ir haciendo de una vez las reformas necesarias a nuestro sistema de salud para hacerlo más ágil, eficiente y coordinado.
Queda todo por hacer. Nuestro sistema sanitario se ha quedado hecho pedazos y si queremos que realmente sea accesible, equitativo y de calidad hay que ponerse a trabajar. Y hay que hacerlo rapido. Las palabras se dicen pero la realidad es tozuda y los hechos están ahí.
Por los medios de comunicación tengo la impresión de que hay más interés en buscar culpables de lo que ya es historia, que en mirar para adelante y ponerse a construirla. Y no digo que no tenga importancia, pero para mi, el principal delito es no hacer las cosas ahora. Y más, con la experiencia de que pudiéndolas haber hecho antes, en su momento, y por no hacerlas haber sufrido tan dramáticas consecuencia.
A lo mejor si pudieramos hacer un poquitin de tregua entre todos, el futuro, al menos para esto, que al final condiciona todo lo demás, nos iría un poquito mejor a todos.
Y es que uno sabe que cuando se quiere y se persigue mucho las cosas, a veces, al final acaban viniendo solas. Si eso lo pedimos todos, pues a lo mejor se nos aparece una bandera blanca.
Buen fin de semana